#Millennials y su obsesión por la fama
De los muchos males con los que han sido señalados a los millennials; generación nacida entre 1980 y el 2000, se encuentra principalmente su aferrado objetivo por convertirse en alguien famoso. Siendo partícipe de algún suceso viral o venderse como un producto llamativo para alguna plataforma multimedia, lo cierto es que estos jóvenes no pueden dar un paso en vano sin antes documentarlo. Productores incansables de selfies y consumidores de entretenimiento digital de forma exhaustiva, viven pensando -en su mayoría- que el éxito está relacionado con la belleza, el uso de tecnología, los bienes materiales y una serie de factores banales que preocupan al resto de sus antecesores. Ante esta problemática, que ha crecido considerablemente en esta década, sería importante empezar a cuestionarnos ¿de dónde se han adaptado estás falsas creencias?
En un milenio inundado de importantes avances estéticos y tecnológicos, sería normal creer en estas ideas de felicidad exprés que rayan únicamente en lo superficial. Pero cuando analizamos este fenómeno y descubrimos que esto sólo ha sido resultado de una serie de hechos del pasado que han repercutido en esta superflua realidad, la pregunta concisa debería ser: ¿Qué acontecimientos han servido para engañar a toda esta generación tan equivocada del verdadero significado de vivir y ser feliz? ¿Será que en el pasado encontremos las respuestas para esta generación tan depresiva y llena de suicidios? He aquí algunos de los hechos, personajes o situaciones que han dejado sin autoestima a esta masa de jóvenes.
Andy Warhol
Aunque ya habían existido otros artistas de diferentes corrientes artísticas que realizaban autorretratos dentro de sus obras como Caravaggio, Da Vinci o Bounarotti, no sería hasta la llegada de Warhol y su pop art que se institucionalizaría la llegada del selfie. Siendo un personaje atractivo, visionario e irreverente publicista, dejaría una marca indeleble con sus obras llenas de color, morbo, provocación, consumismo y adoración por la fama, siendo este su principal camino al inicio de su carrera para convertirse en el ícono que ahora es.
Entre sus cuadros más conocidos de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o Jackie Kennedy, destaca una en particular de la que sería su primer selfie que se haría el artista, confirmando ser hasta ahora la más costosa que se haya puesto en venta al mercado por oscilar entre los más de 7 millones de euros. Un legado saturado de protagonismo y plasticidad, hacen eco en nuestra sociedad actual a pesar de ya cumplirse 30 años de su fallecimiento.
Big Brother
No podríamos hablar de una sociedad obsesionada con la imagen sin mencionar la llegada del televisor y los productos que en ella se ofrecían. A pesar de que en sus inicios ya existían programas como Miss USA y Miss Universo en los años 50's, donde se premiaban y renovaban constantemente los cánones de belleza, no sería hasta 1999 en Holanda que veríamos explotar la bomba con la primer generación de Big Brother a nivel global.
Un formato de televisión donde se transmitía de manera ininterrumpida la convivencia de 14 desconocidos dentro de una casa; prostituyendo así la privacidad de sus habitantes y lucrando con el morbo de la gente que miraba el reality. Documentando comidas, visitas al baño y creando conflictos que los llevaban al borde de la locura, este programa inspirado en la novela 1984 de George Orwell, lanzaría a la fama de manera inmediata a falsos jóvenes talentos en más de 70 países que concursarían en dicho experimento televisivo, demostrando así la mentalidad tan corta de quienes participaban como de quién lo consumía.
The Real world, MTV y Paris Hilton
En 1992 la cadena MTV dejaría a un lado la música para rellenar este espacio con un programa de telerrealidad titulado The Real World, que lucraría con el encierro a ocho personas que serían grabadas continuamente simulando la curiosidad cuando se mira a peces dentro de un acuario. Exaltando sus atributos físicos, el poco desarrollo mental y emocional de los participantes, este programa de haber seguido al aire cumpliría ya su 25 aniversario.
A partir de esto, muchas cadenas televisivas apostarían por este tipo de contenidos dentro de su programación y Fox no sería la excepción, produciendo 10 años después un parteaguas televisivo titulado The Simple Life. Protagonizado por Paris Hilton y Nicole Richie, en esta emisión de 5 temporadas sacaría del lujo y el glamour a este par de chicas, hijas de padres millonarios, y las obligaría a inmiscuirse en trabajos y situaciones comunes de la vida real. Estos episodios en vez de servir como aprendizaje y madurez para sus protagonistas, tomaría un rumbo equivocado haciendo que el público imitara las actitudes de narcisismo, arrogancia, superioridad y egoísmo que veían en la pantalla.
MTV por su parte seguiría apostando por la imagen hueca de la millonaria Paris Hilton, produciendo realities muy similares llevando al canal a una etapa muy oscura y decadente de esta cadena, aumentando el número de consumidores de contenido basura. Plasticidad, pretensión y marcas invaden el canal, suplantando la identidad musical con la que inicio el canal para convertirlo en creador de figuras irrelevantes. Desde Tila Tequila, Flavor of love, I love New York o Jersey Shore son ejemplo de una juventud llena de vicios, encasillada en querer pertenecer por una imagen y no por su personalidad, falsas identidades y baja autoestima desesperados por lograr la codiciada fama.
The Kardashians
Kim Kardashian, ex amiga de Paris Hilton, decide copiar aquel formato y mejorarlo para que desde 2007 se convirtiera en la reina absoluta de esta ideología desechable y superficial. Vendiendo su vida y la de su familia, agrega artimañas más astutas como sus escándalos sexuales, abuso de operaciones estéticas, y la invasión total de su vida privada, convirtiéndola en el claro ejemplo aspiracional de esta generación.
Sin duda, este reality constituye los arquetipos del circo humano moderno donde se valen de lo que sea -excepto talento-, con la finalidad de seguir vigentes dentro de la farándula. Vacíos existenciales, males psicológicos al límite y consumismo bestial en su más pura esencia es lo que nos deja el legado de esta dinastía, que sigue influyendo a las masas hasta nuestros días.
YouTube
Se cumpliría lo dicho por Warhol donde todos tendrían derecho a ser famosos por quince minutos gracias a la llegada en 2005 de esta plataforma. Siendo usada para alojar vídeos musicales se desataría el fenómeno de los youtubers; jóvenes que no importando la exposición de su vida privada y familiar, serían generadores de contenidos para la plataforma convirtiéndolos en protagonistas y voceros de una generación hundida en el entretenimiento y la felicidad.
Abordando temáticas variadas pero en su mayoría enfocados en temas frívolos y superficiales, estos youtubers fomentadores del materialismo son objeto de crítica por ser recompensados de manera económica y mediática por demostrar que no se necesita esforzarse para conseguir atención de los medios y notoriedad en la farándula.
Influencers, apps, y el "yo" a su máxima expresión
En este mundo enfermo de fantasía y narcisismo, hoy la tecnología ofrece la oportunidad de conseguir aquel protagonismo anhelado e integrarse en este movimiento de falsas celebridades. Ahora es más importante el número de visitas o seguidores que lo que se piensa, se califica a las personas por su foto de perfil y el único contacto que se puede obtener es desde Facebook.
Arrogantes, desesperados de atención, regalando su privacidad y centrados en sí mismos, la generación millennial se ha enfocado únicamente en conseguir fama y éxito desplazando a la pasión.
Toda esta información con estos nuevos personajes no lo deberíamos dejar desapercibidos ya que el 80% de jóvenes en 104 países ya tienen acceso a internet. Con esto confirmamos que los medios de comunicación masiva influyeron negativamente para que este egoísmo colectivo se haya convertido en epidemia que hasta ahora no se ha podido parar ¿podrán modificar el rumbo de esto los centennials?
_________________________________________________________Andy Warhol
Aunque ya habían existido otros artistas de diferentes corrientes artísticas que realizaban autorretratos dentro de sus obras como Caravaggio, Da Vinci o Bounarotti, no sería hasta la llegada de Warhol y su pop art que se institucionalizaría la llegada del selfie. Siendo un personaje atractivo, visionario e irreverente publicista, dejaría una marca indeleble con sus obras llenas de color, morbo, provocación, consumismo y adoración por la fama, siendo este su principal camino al inicio de su carrera para convertirse en el ícono que ahora es.
Entre sus cuadros más conocidos de Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o Jackie Kennedy, destaca una en particular de la que sería su primer selfie que se haría el artista, confirmando ser hasta ahora la más costosa que se haya puesto en venta al mercado por oscilar entre los más de 7 millones de euros. Un legado saturado de protagonismo y plasticidad, hacen eco en nuestra sociedad actual a pesar de ya cumplirse 30 años de su fallecimiento.
Big Brother
No podríamos hablar de una sociedad obsesionada con la imagen sin mencionar la llegada del televisor y los productos que en ella se ofrecían. A pesar de que en sus inicios ya existían programas como Miss USA y Miss Universo en los años 50's, donde se premiaban y renovaban constantemente los cánones de belleza, no sería hasta 1999 en Holanda que veríamos explotar la bomba con la primer generación de Big Brother a nivel global.
Un formato de televisión donde se transmitía de manera ininterrumpida la convivencia de 14 desconocidos dentro de una casa; prostituyendo así la privacidad de sus habitantes y lucrando con el morbo de la gente que miraba el reality. Documentando comidas, visitas al baño y creando conflictos que los llevaban al borde de la locura, este programa inspirado en la novela 1984 de George Orwell, lanzaría a la fama de manera inmediata a falsos jóvenes talentos en más de 70 países que concursarían en dicho experimento televisivo, demostrando así la mentalidad tan corta de quienes participaban como de quién lo consumía.
The Real world, MTV y Paris Hilton
En 1992 la cadena MTV dejaría a un lado la música para rellenar este espacio con un programa de telerrealidad titulado The Real World, que lucraría con el encierro a ocho personas que serían grabadas continuamente simulando la curiosidad cuando se mira a peces dentro de un acuario. Exaltando sus atributos físicos, el poco desarrollo mental y emocional de los participantes, este programa de haber seguido al aire cumpliría ya su 25 aniversario.
A partir de esto, muchas cadenas televisivas apostarían por este tipo de contenidos dentro de su programación y Fox no sería la excepción, produciendo 10 años después un parteaguas televisivo titulado The Simple Life. Protagonizado por Paris Hilton y Nicole Richie, en esta emisión de 5 temporadas sacaría del lujo y el glamour a este par de chicas, hijas de padres millonarios, y las obligaría a inmiscuirse en trabajos y situaciones comunes de la vida real. Estos episodios en vez de servir como aprendizaje y madurez para sus protagonistas, tomaría un rumbo equivocado haciendo que el público imitara las actitudes de narcisismo, arrogancia, superioridad y egoísmo que veían en la pantalla.
MTV por su parte seguiría apostando por la imagen hueca de la millonaria Paris Hilton, produciendo realities muy similares llevando al canal a una etapa muy oscura y decadente de esta cadena, aumentando el número de consumidores de contenido basura. Plasticidad, pretensión y marcas invaden el canal, suplantando la identidad musical con la que inicio el canal para convertirlo en creador de figuras irrelevantes. Desde Tila Tequila, Flavor of love, I love New York o Jersey Shore son ejemplo de una juventud llena de vicios, encasillada en querer pertenecer por una imagen y no por su personalidad, falsas identidades y baja autoestima desesperados por lograr la codiciada fama.
The Kardashians
Kim Kardashian, ex amiga de Paris Hilton, decide copiar aquel formato y mejorarlo para que desde 2007 se convirtiera en la reina absoluta de esta ideología desechable y superficial. Vendiendo su vida y la de su familia, agrega artimañas más astutas como sus escándalos sexuales, abuso de operaciones estéticas, y la invasión total de su vida privada, convirtiéndola en el claro ejemplo aspiracional de esta generación.
Sin duda, este reality constituye los arquetipos del circo humano moderno donde se valen de lo que sea -excepto talento-, con la finalidad de seguir vigentes dentro de la farándula. Vacíos existenciales, males psicológicos al límite y consumismo bestial en su más pura esencia es lo que nos deja el legado de esta dinastía, que sigue influyendo a las masas hasta nuestros días.
YouTube
Se cumpliría lo dicho por Warhol donde todos tendrían derecho a ser famosos por quince minutos gracias a la llegada en 2005 de esta plataforma. Siendo usada para alojar vídeos musicales se desataría el fenómeno de los youtubers; jóvenes que no importando la exposición de su vida privada y familiar, serían generadores de contenidos para la plataforma convirtiéndolos en protagonistas y voceros de una generación hundida en el entretenimiento y la felicidad.
Abordando temáticas variadas pero en su mayoría enfocados en temas frívolos y superficiales, estos youtubers fomentadores del materialismo son objeto de crítica por ser recompensados de manera económica y mediática por demostrar que no se necesita esforzarse para conseguir atención de los medios y notoriedad en la farándula.
Influencers, apps, y el "yo" a su máxima expresión
En este mundo enfermo de fantasía y narcisismo, hoy la tecnología ofrece la oportunidad de conseguir aquel protagonismo anhelado e integrarse en este movimiento de falsas celebridades. Ahora es más importante el número de visitas o seguidores que lo que se piensa, se califica a las personas por su foto de perfil y el único contacto que se puede obtener es desde Facebook.
Arrogantes, desesperados de atención, regalando su privacidad y centrados en sí mismos, la generación millennial se ha enfocado únicamente en conseguir fama y éxito desplazando a la pasión.
Toda esta información con estos nuevos personajes no lo deberíamos dejar desapercibidos ya que el 80% de jóvenes en 104 países ya tienen acceso a internet. Con esto confirmamos que los medios de comunicación masiva influyeron negativamente para que este egoísmo colectivo se haya convertido en epidemia que hasta ahora no se ha podido parar ¿podrán modificar el rumbo de esto los centennials?
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