Cuento inspirado en la cancion "Monster" de Lady Gaga
Monstruo
Por: Ricardo José Espinoza Jiménez
Era el último año de preparatoria para Fernanda y sus amigas, iniciaron clases contando sus nuevas experiencias en vacaciones, no había cosas fuera de lo común, creían que de todos los años en prepa éste sería el más aburrido. Fernanda siempre fue una chica muy linda por dentro y por fuera, era víctima de múltiples miradas de todos sus compañeros de la escuela. No había querido andar con alguien ya que no había encontrado esa conexión tan fuera de lo común que ella buscaba. Fue cuando al salir de la prepa decidió hacerse una perforación en el labio, y fue a un local a dos cuadras de ahí. Muerta de miedo y sentada en el sofá esperando quien le atendiera fue como conoció a Julio, el nuevo “artista” del local; era muy atractivo y todas las chicas al saber de su existencia no dudaron en darse una vuelta por ahí.
Desde que lo vio cayo a sus encantos, y él no perdió oportunidad para estar con ella, el momento fue tan mágico y fue tanta la atracción que podía detenerse el mundo para los dos. Compartían mismos gustos, se entendían a la perfección, eran un espejo uno del otro, hasta la misma fecha de nacimiento tenían, muchas coincidencias magnificas para un mundo tan raro. Sentían la necesidad de estar juntos, se veían tan bien que el solo hecho de verlos hacía pensar a todos que de verdad si existía el verdadero amor. Eran vecinos, no había distancias entre ellos, vivían y morían por esa relación que les hacía despertar cada mañana.
Fue hasta una semana antes de sus cumpleaños que le dieron la noticia a Fernanda que se mudarían a Guadalajara, para que estudiara la universidad allá. Fernanda hizo todo lo posible por convencer a sus padres, pero la decisión ya estaba tomada. Al saber la noticia Julio, explotó y buscó una solución para el problema, pero no tenía dinero para con ella ni tampoco convencerla de que se quedará. No veía su vida sin tener a Fernanda a su lado, al igual que ella sentía que no podría soportar la pérdida de ese gran amor. Se mudarían un día después de su cumpleaños, así que prepararon un gran festejo, y pensar en el futuro de su relación.
Fernanda solamente se rindió a perderlo y a seguir su vida, honestamente creía en el destino y sabía que si pasaban las cosas eran por algo. Julio no la entendía, él quería vivir toda su vida con ella y al parecer a ella no le importaba. Decidieron comprarse un pastel, brindar, bailar, hacer el amor y al final leer Justina un cuento de su autor favorito; El Marqués de Sade. Al terminar, Julio le rogó a Fernanda que se quedara, pero Fernanda ya estaba resignada a perderlo y a seguir su vida, ella viviría con el recuerdo de ese amor y que los 6 meses que duraron de novios habían sido y serían los mejores de su vida, los sentimientos seguirían existiendo pero ya el destino se encargaría del futuro de cada uno. Fue cuando Julio siguió sus impulsos y le advirtió que no se quedaría sin tenerla cerca, tenía su vida planeada con ella, y si no la tenía a su lado, no valía la pena vivir; le daría su regalo de cumpleaños. Se levanto, tomo un cuchillo. Fernanda corrió para detenerlo, pero al final lo hizo.
Julio con gran fuerza se lo enterró a Fernanda, le dio justamente en el corazón y empezó abrir su piel poco a poco, hasta lográrselo sacar. Ella a punto de morir suplicaba que se detuviera, pero él tenía en la cabeza la idea de que si no podía tenerla cerca no merecía vivir. Teniendo su corazón en la mano empezó a comerlo, cada mordida era una gran satisfacción para él, ya que en cada una encontraba todo ese amor que durante seis meses fue creciendo, convirtiéndolo en una obsesión. Comió y comió, sentía gran felicidad ya que no tenía el remordimiento de que se fugaría el amor de su vida. Ya lo tenía dentro de él, no necesitaba de nadie más.
Al terminar su bocado se acostó en el cuerpo de Fernanda haciéndole la promesa de que no amaría a nadie más que a ella. El amor lo había atrapado de tal forma que no tenía conciencia de lo que había hecho. Lo malo fue que el no entendió que el amor verdadero no se puede tener a la fuerza, tiene que ser reciproco y libre. A las dos horas de comerse el corazón, le empezó a doler el estómago, empezó a sentir un vació que el solamente lo había provocado. Empezó a darle ataques, y a los 20 minutos murió. Fue como Fernanda y Julio quedaron rendidos ante la decisión del destino de juntarlos, lo tomaron por un mal camino, y acabaron uno con el otro.
Toda la preparatoria quedarían con la duda si de verdad Julio y Fernanda ¿Encontraron el amor verdadero? O solamente ¿Murieron por amar?
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