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#Ayotzinapa y un México hundido por la corrupción

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Ya han pasado más de diecinueve meses en que México y el mundo quebrarían de coraje tras conocer la noticia que acapararía titulares, medios de comunicación e inmensas movilizaciones civiles al conocer de la desaparición forzada de 43 normalistas por policías municipales, víctimas desde septiembre de 2014 y que hasta el momento no ha brindado ninguna información certera pero ¿qué está pasando en nuestro país? Simplemente la desaparición de éstos jóvenes es sólo uno de las grandes injusticias que se cometen día y noche como método de supervivencia y haciéndose presente durante toda la historia del país; y en casos recientes por esa selecto y minoritario sector de la sociedad conformada por representantes del gobierno federal, empresarios y la clase alta que confirman que puede más el dinero que el poder de nuestras instituciones. Y que no se confunda con resentimiento, sencillamente la sociedad mexicana ha caído en la continua represión, muestras de violencia, secuestro y una decepcionante calidad de vida donde es imposible pensar de manera positiva o mirar a nuestro México con distintos ojos. 


Si, está claro que la culpa es de estas pocas personas que llevan el manejo del país y lo están llevando al mismo infierno: hundido como sus ruinas prehispánicas, sometido como en la etapa de colonización española, quebrado como su territorio vendido por Santa Anna, y excluidas como actualmente son tratadas a las comunidades indígenas. Este sistema nos ha llevado a darnos cuenta que para ellos no somos más que sólo un medio para que pocos sean beneficiados y muchos perjudicados: venta de votos, una falsa democracia, privilegios a políticos, fraudes millonarios, aumento de la pobreza, miles de víctimas por el narcotráfico, violaciones y asesinatos a mujeres y un país que a pesar de sus riquezas culturales no puede salir del túnel y se le olvida muy rápido todo.


Un pueblo que lo aguanta todo, no podemos decir que optimismo en México no ha existido, siempre se ha mirado hacia delante, pero que por las condiciones la mayoría confirma que nuestro país sea sólo un lugar turístico y no un lugar para quedarse de por vida. Y no estoy tirando este texto hacia el drama, sólo me preocupa que estemos tan contaminados por este sistema de corrupción que inicio el gobierno y lo han replicado en todos los ámbitos: en las empresas en donde por más estudios o experiencia los salarios cada vez son más bajos y los puestos grandes son heredados, en la sociedad donde cada vez son más visibles los casos de esta casta con privilegios y que son apodados por "ladys" o "mirreyes" consiguiendo volverse virales cada uno de sus desplantes, en la cultura donde se gastan cantidades estratosféricas de dinero para pagar exposiciones de "arte contemporáneo" que sólo confirman que se necesita basura, pegamento y un buen discurso para tratar al público como ignorantes, en la educación donde cada vez la oferta de lugares en escuelas y universidades públicas son más limitadas y difíciles y no existe la iniciativa de mejorar sus programas para beneficio de crear mejores estudiantes, en los medios de comunicación donde a pesar de la existencia de redes sociales e internet es inaceptable que sigan cometiendo asesinatos a los pocos periodistas que buscan salir del molde común provocando que la maquinaria del contenido irrelevante y poco incómodo para los poderosos siga perdurando. 


En fin, encuentro muchas replicas que ha tenido la corrupción en México y aún no encuentro la fórmula para poder cambiar las cosas, pero lo que si puedo es desde esta trinchera poder levantar la voz y provocar algo en los pocos lectores que hayan llegado hasta aquí, espero en algún momento todos los mexicanos encontrarnos en perfecta sincronía donde quitemos ese sistema putrefacto que tenemos en el poder y lleguen personas con valores que busquen una vida mucho mejor y más real que la que hoy nos destruye por la avaricia y la ambición. La respuesta no está en atacar con más violencia, la historia nos ha dicho que ese no es el camino.
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