Animales Nocturnos, el fino arte de la venganza



Fue en 2009 que todos notamos las grandes capacidades que tenía el diseñador Tom Ford al escribir y dirigir largometrajes gracias a su opera prima A single man, pero lo que nadie esperaba era que regresará con otra nueva historia que sorprende por definir lo retorcido y glamouroso que puede llegar a ser la venganza. Una historia de amor, contada entre ficción y realidad donde las decisiones pasadas tomarán peso en un inevitable y oscuro presente, sin duda, la mejor película del 2016.


¿En qué baso mi discurso para concluir que Animales Nocturnos es lo mejor del año? Iniciando por ser una historia que brinda frescura al repetitivo séptimo arte, un thriller que provoca y aterra continuamente al espectador de inicio a fin, dejando una sensación de resaca mental y reflexión continua. Tom Ford nos muestra la dirección que tiene cada una de nuestras decisiones y el valor que tenemos hoy en día de buscar la felicidad únicamente en lo material. 


Nocturnal Animals además, sigue siendo fiel a su estilo visual creando imágenes perfectas y paisajes que pecan en lo divino a pesar de las situaciones podridas que aborda. A pesar de ser universal, no se puede vivir esta cinta al límite sin ser alguien adulto; se necesita dejar de creer en ese mundo rosa y conocer en algún momento al pesimismo… algunos como yo lo llamamos madurez. 


Con este trabajo cinematográfico vemos a un Tom Ford reforzando técnicas y explotando este universo que ya nos venía describiendo desde su anterior película, mostrando sus fetiches y obsesiones como la predilección por las pelirrojas o el nombre de India en algún personaje de cada una de sus respectivas cintas.



Y sin dejar el trabajo impecable de todos los actores finalmente concluyó que Animales Nocturnos es grande por mostrarnos una historia que, a pesar de ser muy ambiciosa, no decepciona: Juega con tres historias contadas en distintos tiempos, realiza guiños de lo actualmente contaminados y enfermos que estamos los humanos, y un insólito final que da la opción de imaginar las múltiples conclusiones que deja la cinta. Un trabajo imperdible, desgarrador, pocas veces explorado y por demás sublime ¿Alguien ya se recuperó de verla?

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