¿Celebremos México?
Por: Ricardo José Espinoza Jiménez
En 2010 nuestro país conmemorará doscientos años del inicio de la Independencia y cien años del comienzo de la Revolución una celebración sin precedentes para México, lo cual desde un inicio es muy absurdo, contar la historia de México a partir desde hace 200 años; ¿acaso antes de 1810 no había historia de México? y el otro punto que es más importante: ¿serán tiempos de festejar a México?
Y pregunto esto ya que no es por sentirme antipatriota, pero en 1810 nuestros antepasados mexicanos lucharon para lograr la independencia de los españoles y en 1910 lucharon nuevamente para terminar con la dictadura de más de 30 años de Porfirio Díaz y en ninguna de estas 2 revoluciones se obtuvieron grandes resultados, al contrario; ya que pareciera que los mexicanos estamos acostumbrados a luchar por nuestros propios intereses pero no por los de alguien más y menos aún por los intereses del país. Entonces después de todo esto, ¿continuaremos de fiesta?
Y es que México a pesar de ser reconocido por sus paisajes, sus playas, su biodiversidad entre otras, ocupa un sitio entre los 40 países más corruptos del mundo según lo publicado en Transparencia Internacional, así como el último lugar a nivel educativo de entre 57 países según la Organización para el desarrollo económico, y el lugar 95 de entre 146 países en protección ambiental.
¿Quieren más? Somos el primer lugar en obesidad mundial, y el segundo en obesidad infantil, el tercer lugar mundial en maltrato a menores, el primer lugar en secuestros, además somos el país sin guerra pero con más muertes diarias. Y así como tenemos una de las maravillas del mundo moderno, también acaba de ser nombrada Ciudad Juárez como la ciudad más violenta del mundo.
Y pregunto esto ya que no es por sentirme antipatriota, pero en 1810 nuestros antepasados mexicanos lucharon para lograr la independencia de los españoles y en 1910 lucharon nuevamente para terminar con la dictadura de más de 30 años de Porfirio Díaz y en ninguna de estas 2 revoluciones se obtuvieron grandes resultados, al contrario; ya que pareciera que los mexicanos estamos acostumbrados a luchar por nuestros propios intereses pero no por los de alguien más y menos aún por los intereses del país. Entonces después de todo esto, ¿continuaremos de fiesta?
Y es que México a pesar de ser reconocido por sus paisajes, sus playas, su biodiversidad entre otras, ocupa un sitio entre los 40 países más corruptos del mundo según lo publicado en Transparencia Internacional, así como el último lugar a nivel educativo de entre 57 países según la Organización para el desarrollo económico, y el lugar 95 de entre 146 países en protección ambiental.
¿Quieren más? Somos el primer lugar en obesidad mundial, y el segundo en obesidad infantil, el tercer lugar mundial en maltrato a menores, el primer lugar en secuestros, además somos el país sin guerra pero con más muertes diarias. Y así como tenemos una de las maravillas del mundo moderno, también acaba de ser nombrada Ciudad Juárez como la ciudad más violenta del mundo.
A parte de ser el lugar 110 de 134 en eficiencia laboral y el tercer lugar a nivel mundial en piratería de videojuegos, películas y software que nosotros mismos consumimos y que no les pondremos un alto, y sin ninguna pena el sexto lugar en agresiones en contra de periodistas también es nuestro, lo cual personas como yo que se atreven a escribir este tipo de reportajes duraremos poco. Y esto nace a partir de ser el sexto lugar a nivel mundial entre los países con mayor presencia de crimen organizado.
Y tan mal estamos que ni siquiera hemos ganado una Copa Mundial FIFA, en total llevamos 55 medallas ganadas cuando países como Hungría o Australia nos superan de una manera considerable a pesar de tener menor territorio y población que nosotros.
Entonces ¿qué pasa con nosotros y nuestro país? Al parecer nos gusta que nos vean la cara, ya que deberíamos estar pensando en que el 2010 es una muy buena época de cambiar las cosas, no es demasiado aventurado pensar en una nueva revolución, con la diferencia de que tal vez esta sea una revolución social.
El país está siendo seriamente lastimado por problemas que vienen desarrollándose desde muchos años atrás como son: el crimen organizado, que en los últimos años Felipe Calderón decidió atacar de modo frontal al narcotráfico utilizando el ejército para combatir a los cárteles de la droga más importantes. Los resultados fueron: algunos líderes de cárteles capturados, una gran cantidad de soldados y jefes policíacos y civiles muertos y un clima de miedo entre toda la población del país. Lo malo del gobierno es no grabarse en su cabeza que “combatir la violencia con violencia únicamente generará más violencia”.
Otro problema es que la población crece rápidamente y asimismo genera el desempleo y por lo tanto el índice de pobreza aumenta considerablemente. La actual crisis económica mundial solo viene a agravar la situación. El peso se ha devaluado de forma considerable y parece que así seguirá haciéndolo durante todo el año, los mexicanos hemos convivido con estos enormes problemas por varias décadas, la situación no está muy lejos de hacer explosión. El peor problema que tenemos los mexicanos es la cultura tan equivocada que existe respecto a estos temas y los políticos y gobernantes, a su vez, han mantenido y fomentado esta falsa cultura con el fin de conservar sus enormes privilegios.
Recordemos que nuestra historia la han maquillando poco a poco el mismo gobierno, pero todos sabemos que paso con la muerte de Colosio, el movimiento del 68 que termino siendo aniquilado un 2 de octubre a pesar de que tiempo después se llevarían a cabo las olimpiadas, pero del tema nada se hablo. O la privatización e intervención del gobierno por TELMEX, PEMEX, Luz y Fuerza del Centro, y próximamente el Banco Mundial obligará al presidente someter a todos los estudiantes de la UNAM. ¿Seguiremos callados? Seguiremos creyendo en Influenza y en lo que nos dijo Felipe Calderón cuando anuncio que la enfermedad es curable, y aun así siempre nos manejaron cifras a medias ¿donde estaban los muertos y donde estaban concentrados los enfermos?, seguir creyendo en el “chupa cabras” o que la iglesia niegue el boicot por el Censo de Población 2010.
¿Qué hacer para salvar la nación? Una revolución social donde encontremos soluciones sin recurrir a las armas y al ejército, llevando solamente ideas para cambiar esta realidad que poco a poco nos está consumiendo. Realizar mesas redondas y debates sobre temas como: la Crisis civilizatoria y climática, descolonización (económica, política, social, cultural y territorial), alternativas basadas en valores vitales, equidad entre géneros, generaciones, razas y culturas, unidad en la diversidad, independencias y resistencias.
Construyamos un nuevo modelo económico alternativo al neoliberalismo, cambiemos el sistema, no el clima, salvemos al planeta y demostremos otro modo de vivir, construyamos una verdadera democracia participativa con respeto a los derechos humanos, seamos una sociedad incluyente basada en los derechos sociales antes que en las ganancias, edifiquemos una nueva cultura social y sociedades pluriculturales.
No todas las revoluciones son malas, lo malo es cuándo no tenemos el valor de atrevernos a cambiar nuestra realidad. Pero la mayoría no hará nada, y es normal ya que México también está entre los primeros países de Pasividad Poblacional.
¿Aún te sientes orgulloso de ser mexicano?
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