RENATO EN EL PAÍS DE LAS JOTERÍAS / CAP 7 UN BAILE DE MUSCULOCAS



He encontrado un baño ¡por fin, ya lo necesitaba! Saliendo por accidente choco con la señora de limpieza que está vendiendo cigarros y chicles ¿será bueno preguntarle hacia dónde deba ir? Bueno, no pierdo nada.

- Señora, espere. Por favor no se vaya. Sólo quiero saber que camino debo de tomar.
- Depende hacia donde quieras ir tú muchachito
- Eso no importa... 
- Entonces realmente no importa el camino que escojas. Ah por cierto, se me olvidaba. Si en verdad quieres saberlo se fue por ahí
- ¿Quién?
- El guapo chico blanco
- ¿De verás que se fue?
- ¿Quién se fue?
- El chavo blanco
- ¿Cuál chavo?
- Pero si acaba de decirme que me... pfff
- Sin embargo si yo buscará un chavo blanco le preguntaría a las musculocas
- No, no, no. Eso suena mal. Mejor no.
- O también están las reinas trans por este otro lado
- Gracias señora, creo que mejor iré a visitar a ellas.
- Aunque también por tantas hormonas y operaciones están más locas
- Pero con locos ya no quiero tener ningún trato
- Ay chico, eso no lo puedes evitar. Aquí casi todos están locos jaja. Y ahora me voy apurar porque acaban de vomitar todo el baño.
- ¡Qué miedo! Más vale ser amable con todas la jotería porque parecen todos estar locos. 

Caminando por el pasillo voy escuchando house, Offer Nissim y sus quinientas canciones que suenan igual que su primer éxito. Se ve que el lugar es un poco más limpio que los anteriores, aquí no hay presencia de malos olores al contrario todos huelen delicioso, todas esas sombras con cuerpos perfectos y sin playera moviendo cada músculo sensualmente al ritmo de la música, de principio se desvanece el miedo y crece en mí la felicidad por haber llegado ahí. Sin drogas, ni gente fea y pobre, sólo a lo que llaman "chicos bien", increíble que todos se encuentren en un mismo sitio, jamás me saldré de aquí. Acaban de salirse de la pista de baile dos musculosos, intentaré preguntarles.



- ¡Bravo, bravo!
- No, no hay lugar. Muévete, aquí ya no puedes estar
- ¡Pero si hay mucho lugar vacío!
- Ah pero uno no puede llegar así sin ser invitado. Es falta de educación de muy muy mala educación.
- Discúlpenme. Me gusto mucho como bailan y se mueven en la pista de baile y quisiera saber si ustedes..
- ¿Tú crees que bailamos bien? Ah que chico tan encantador, nosotros ya no podemos con los nervios, te invitamos un pasón, una uñita de coca.
- Me encantaría pero siento haber interrumpido su fiesta de músculosos.
- No chamaco, esta fiesta no es de machos, es de musculocas
- ¿Musculocas? Perdonen pero no los entiendo



- ¿No sabes lo que es una fiesta de musculocas? ¡Pero qué tonto niño! 
- Digamos que en nuestros trabajos, escuela, familia, o cualquier otro lugar como el gimnasio nos comportamos como machos heterosexuales, durante todos los días del año. Nos dejamos la barba, el vello en pecho y piernas, en fin, hasta hablamos como los bugas. Pero cuando llegamos aquí empezamos a jotear por la música, la droga y el alcohol y acabamos meneando el cuerpo más torcido que una vedette, nos quitamos la playera, enseñamos nuestros abdominales y buscamos a quién llevarnos a coger. Por eso nos dicen musculocas.
- Si es así, entonces hoy también estoy así, creo.
- ¿En serio? ¡Qué pequeño es este mundo! Entonces en ese caso vamos a bailar, ven, quítate la playera.



Y después de mucho tomar agua y acabarnos los sobres blancos que nos quedaban...

- Ah qué bien se siente ser una musculoca, todos te miran, aunque casi se hable sólo se acercan para verte el cuerpo.
- Entonces nos decías querido Renato que... ¿buscabas a quién..? ¿Querías saber el paradero de algún sujeto?
- Si, quería saber donde podría...
- Ya empezó otra rola buenísima: a cambiar, a cambiar, a cambiar...
- Pero si apenas llegamos...
- Cambiar, cambiar, cambiar de lugar. Listo ¿quieres tomar agua? No te vayas a deshidratar
- Iba a tomar algo antes de que ustedes quisieran moverse - les contesté
- Si no quieres tomar más entonces tampoco menos. Siempre es mejor más que menos.
- Pero solo quise decir que..
- Y ahora querido ¿Qué es lo que te está preocupando eh? Confíanos tu secreto. Empieza por el comienzo y cuando acabes de hablar te callas.
- Bien, todo empezó cuando estaba con Jordy en la entrada a punto de...
- Muy interesante pero y ¿quién es Jordy? ¿Va al gym?
- No, el es mi mejor amigo
- ¿Mejor amigo? ¡Qué horror! Eso no existe ¡estás loco! Mejor métete una uña de coca, ¡rápido! En la nariz, inhala toda.
- Ya está, ya me metí la uña.
- Uff, estás son las cosas que nos descomponen ¿has visto lo que has hecho?
- Nunca pensé que...
- Ahí está el detalle, si no piensas mejor no hables. Ya está otra de mis rolas favoritas: a cambiar, a cambiar, a cambiar de lugar.
- Pero si acabamos de cambiarnos
- Ahora dime flaco, nos estabas diciendo...
- ¡Ah si! Estaba a punto de entrar con Jordy a donde estamos ahora, ustedes lo sabes.
- ¿Oh si? 
- Claro, te lo voy a deletrear: C-U-A-R-T-O...
- ¿Otro cuarto? Ya casi nos acabamos el gramo, vamos chiquillo, no te he visto que te metas coca.
- Claro que me está gustando pero..
- Si no te gusta drogarte por lo menos deberías de charlar con nosotros
- He estado tratando de preguntarles
- Tengo una estupenda idea: cambiemos el tema
- Claro - les contesté
- ¿Porqué las musculocas que aparentan ser machos son todas pasivas?
- ¡Adivinanzas! Déjenme pensarlo ¿porque las musculosas que aparentan ser machos son todas pasivas? Mmm... 
- No tenemos la menor idea
- Pero si acaban de preguntármelo
- Cuidado, ya anda de mal viajado.
- Pero ustedes dos son los locos, acaban de decir que...
- Cálmate, no te acerques. Cálmate por favor, toma un poco de agua o métete algo de coca
- Ni me calmo ni me meto nada. Y me voy porque ya no quiero perder más mi tiempo en este cuarto oscuro.
- ¡Haber todo el cuarto oscuro, el tiempo! ¿Qué hora es?



Y de repente va pasando el chico blanco con esa prisa que le caracteriza diciendo 
- Es tarde, me voy, me voy, adiós, adiós, adiós.
El par de musculosas lo detienen y lo empiezan a tocar.
- Claro, estás muy bien, pero te hace falta más proteína para estar en la fase de volumen.

Lo tocan y lo empiezan a inspeccionar cada músculo del cuerpo, criticando sus piernas tan delgadas y su espalda tan ancha. El chico blanco sólo contiene la respiración y empieza a sentirse inseguro cada vez más. El par de musculocas siguen con sus recomendaciones.

- Carnitina, eso te hace falta para quemar más grasa. Y claro también una buena lipo. Y no se te vaya olvidar ponerte implantes de pectorales, sin ellos no eres nada. Incrementa tus horas de gimnasio y no gastes tanto tiempo en cardio. Aumenta el peso en cada aparato, sino quedarás como un saco de huesos. Y claro, no se te puede olvidar tu gramo de cocaína, eso te mantiene despierto y con menos horas de sueño para hacer más ejercicio.

El chico blanco solamente les contestó
- Jamás vuelvo a pasar por aquí, aparte yo no soy una musculoca como ustedes
- Entonces adiós a tú - le respondieron

Y en un abrir y cerrar de ojos ya lo habían lanzado a otro lugar.

- Hey, chico blanco, espérame ¿dónde se habrá metido? Qué jotas son estos pseudo machos, este lugar es lo más raro que he visitado en toda mi vida. Ya me cansé de ver tonterías, mejor me regreso a mi casa, ese conejo blanco ya no me importa donde se habrá ido, él tiene la culpa de todo lo que me ha pasado y ahora ¿hacia dónde está la salida? ¿alguien podría decirme hacia donde es la salida?

Grito a todos lados y nadie me responde, cada vez se pone más oscuro y todo se vuelve cada vez más extraño. Me sentaré, estoy muy cansado ¡qué mala suerte! Ya me quiero ir de aquí, ya no quiero regresar a este mundo gay tan bizarro.

Continuará...
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